Columna semanal de Manuel Alcántara, La esquina desnuda, en Salamanca rtv al dia.

La Historia muestra una gran cantidad de figuras regias que han recibido apelativos en ocasiones vinculadas con una supuesta mácula o una virtud personal. Se han usado adjetivos que acompañan nombres propios como bueno, taciturno, grande, hermoso, sabio, deseado, breve, hechizado, católico. A veces lo que llenan las páginas de sus libros son substantivos que definen la principal actividad realizada como navegante, filósofo, músico. Son complementos que, dejando al lado su siempre posible subjetividad, ilustran una determinada personalidad y ayudan también a situarla en un contexto concreto. También el legado familiar ha jugado se papel. De entre todos me fascinan especialmente aquellos que tienen un carácter enigmático. Una formulación donde la combinación del nombre y del apodo trasciende hacia otra dimensión que resulta una clara declaración propositiva de tintes herméticos.”

Monjes grises