Columna semanal de Manuel Alcántara, La esquina desnuda, en Salamanca rtv al dia.
“Hay piropos que uno recibe de improviso. Si, además, contienen un término que no ha oído con frecuencia el efecto de la sorpresa se potencia. Cuando lo escuché bajé la guardia de inmediato, la voz había hecho impacto en mí desbaratando mis ya de por sí débiles defensas. Más tarde leí un ensayo sobre Baudelaire de Walter Benjamin y luego Paseos por Berlín de Franz Hessel. Supe entonces con más tino el sentido profundo de lo que mi amiga dijo en público acerca de mi condición por el hecho de escribir alguna de estas notas desde la perspectiva de alguien que es un paseante cuya atención no está entrenada para buscar, sino para encontrar, para ser sorprendido. Lo que me encanta de la figura del flâneur, como señalan tanto Hessel como Benjamin, es que pasear es un arte que requiere reeducar la atención: aprender a desplazarla desde lo obvio y llamativo a lo que casi no se percibe. Flanear es leer la calle por parte de un paseante solitario que no debe ensimismarse en sus pensamientos.”