Columna semanal de Manuel Alcántara, La esquina desnuda, en Salamanca rtv al dia.
“Despreciar a los otros por razones de raza, religión, nacionalidad o sexo, fuera de la consideración de constituir una violación a derechos universales, es una acción que solo puede estar motivada por un sentimiento de odio profundamente arraigado o por una pose banal que desea generar empatía con quienes se quiere mostrar apego gregario por compartir ciertas claves identitarias. Odio y gregarismo son los términos que definen el contexto del actuar. A veces se retroalimentan, otras van por separado. Pero el contexto comporta también el vehículo expositivo de la acción. Así, el pregón tiene un alcance diferente al auto sacramental, como el panfleto lo tiene de la novela por entregas, la prensa de la radio, o la televisión del internet.”